Categoría: poemas

  • Tus pies fríos

    nena (Copiar)Hoy echaré de menos tus pies fríos
    tu sonrisa en la mañana al despertarte
    y echaré muy en falta acariciarte
    mientras tu ritmo se acompasa con el mío.

    Hoy no hay pasado triste ni sombrío
    pues hay mil cuentos que aún quiero contarte.
    En un baúl guardo las ganas de besarte
    y se abrirá como se abre un desafío.

    Y si dibujo en un papel la vida entera
    de rojo hoy tus labios se han escrito
    y se han hecho ya fuerte en mis caderas.

    No sé si quieres viajar donde te invito
    y ni me importa si eres más gata o más pantera
    pero por mí, te enseñaba el infinito.

    *este 'soneto' lo publiqué en mi muro de facebook el 6 de enero de 2014. Hoy lo retoco y rescato para mi blog. Disculpen el reciclaje. 
  • El repicar de sus palabras

    melaza

    Tack, tack, tack, tum, tum.
    Tack, tack, tack, tum, tum.
    No se si han sido sus sonrisas tan eternas,
    o el repicar de sus palabras tan amable.
    Tack, tack, tack, tum, tum.
    Tack, tack, tack, tum, tum.
    Quizá el beso, solitario en la mejilla,
    quizá el sur que se destila en su cantares.
    Tack, tack, tack, tum, tum.
    Tack, tack, tack, tum, tum.
    No se si han sido esas palabras de otro mundo,
    o la textura singular de sus abrazos.
    Tack, tack, tack, tum, tum.
    Tack, tack, tack, tum, tum.
    No sé si han sido, quizá, mis mil pedazos,
    pero una risa ya se llevan de equipaje.
    Tack, tack, tack, tum, tum.
    Tack, tack, tack, tum, tum.

  • Salta

    salta
    ‘Salta’ by Jose M Ossorio

    Acariciando suavemente el pensamiento
    abrazando sin pensar en el abrazo,
    asombrado de tu piel que está a pedazos
    y saltando a ser feliz, ¡haz el intento!

    Dibuja, si lo quieres, otro invento.
    Escóndete otro cuento en el regazo,
    sé sabio, santo, genio, sin rechazo.
    Y corre sin parar con tu talento.

    Salta más allá, ya no hay barreras.
    No hay muros y no hay rocas, no hay obstáculos.
    Salta más allá, no sé a qué esperas.

    No dejes que te atrapen los tentáculos.
    No dejes escapar la primavera.
    Esta es tu vida, tu función, es tu espectáculo.

  • Palillos chinos

    palilloschinos
    Palillos chinos by Jose M. Ossorio

    Lo intento, aprieto bien los dedos, pero se vuelve a escapar.
    Otro grano de arroz que cae cuando parecía que llegaría a mi boca,
    otro trozo de seta, bambú y esperanza.
    Aprieto malamente los palillos,
    lo sé, es mi forma de comer,
    con ansia, con ganas, con corazón, con sinceridad,
    mi forma.
    ¿Agarro mal los palillos?
    A medias los ahogo, a medias los dejo demasiado sueltos en mi mano.
    No sé si aprenderé a comer con palillos,
    pero cada intento queda más cerca de mis labios.

  • Una princesa en el pasillo

    https://www.facebook.com/pages/RRuso-Fotograf%C3%ADa/658382257559714?fref=ts
    https://www.facebook.com/pages/RRuso-Fotograf%C3%ADa/658382257559714?fref=ts

    Me he encontrado una princesa en el pasillo y mi corazón ha corrido más que mi vista.

    He intentado hablarle pero mis palabras eran demasiado pobres.

    He intentado tocarla pero mis dedos no parecían lo suficientemente limpios.

    Sus ojos, negros por dentro y fuera, sí me han mirado.

    Sus labios, más humildes que los míos, sí me han hablado.

    Y sus dedos, afortunadamente sucios, sí me han tocado.

  • Mariposas dormidas

    tatoo

    Más que un sol, que una estrella, que mis pasos.

    Más que mi aliento perdiéndose en tu espalda.

    Más que las palabras que se cruzan, que se miran.

    Más que tú, más que yo.

    Más que tu cama, siempre despeinada.

    Más que un temblor, que un susurro deseoso.

    Más que risas, más que abrazos. Un mordisco.

    Más que tu persiana, en la mañana, abriendo el mundo.

    Más que yo, más que tú.

    Más que mariposas dormidas en tu cuarto.

  • Albinia

    Toda la ciudad solo puede contemplarse desde lo alto de la torre. Desde lo alto de la torre pueden verse todas las casas blancas, de tejados blancos y puertas blancas. Desde lo alto de la torre se aprecia, a la perfección, el centenar de calles serpenteantes que enredan el mapa de Albinia.

    Esas calles, de curva izquierda y de curva derecha, tienen un suelo de arena blanca, tan blanca que el sol se refleja al mediodía de una forma casi peligrosa, sobre todo si estás en lo alto de la torre.

    Además, desde lo alto de la torre, vemos pasear a los ciudadanos de Albinia. Hombres y mujeres tan blancos como muertos, con cabellos que hasta relucen de blancura y vestidos blancos hasta el suelo.

    Desde el balcón circular de lo alto de la torre se puede ver toda Albinia, todas sus casas blancas, sus calles blancas y sus personas blancas. Pero la torre es negra.

    1488638_10152072937859310_2125674120_n

  • Décima cruda

    Tengo la palabra injusta

    temblándome en las encías

    y con tanta rebeldía

    que hasta a mi mismo me asusta.

    Tengo lo que no me gusta

    palpitándome en el vientre

    y pudriéndome los dientes

    de contener la basura

    mientras el diablo jura

    que el sol será diferente.

    dientes

  • CARIBE

    Otro color y otra forma de esperanza. Otro verde, más verde, otra sonrisa. Otra arena, otra luz y otra penumbra. Otro sabor, a chinola, a guayaba, a jugo áspero de toronja en la garganta. El mismo corazón, otro latir. Otra vida.