Más que un sol, que una estrella, que mis pasos.
Más que mi aliento perdiéndose en tu espalda.
Más que las palabras que se cruzan, que se miran.
Más que tú, más que yo.
Más que tu cama, siempre despeinada.
Más que un temblor, que un susurro deseoso.
Más que risas, más que abrazos. Un mordisco.
Más que tu persiana, en la mañana, abriendo el mundo.
Más que yo, más que tú.
Más que mariposas dormidas en tu cuarto.
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