
La libertad nunca viene grande, por infinita que parezca. Nunca es demasiado volar, saltar… olvidar el precio. Jamás es mucho mar, mucha luz o pocas penas.
La libertad nunca viene de sobra, por más viento que veas delante. Nunca es demasiado libre, la libertad. Nunca es mucha la sonrisa, el pan, ni las palabras. Jamás es tanta que te ahoga, la libertad. Nunca será demasiada la arena, ni los pájaros. El sol nunca se hace grande, tan grande.
La libertad nunca viene grande, por miedo que dé tenerla.
Deja una respuesta