
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues —¡con qué placer y alegría!—
a puertos nunca vistos antes.
Ítaca. Constantino Cavafis
Me iría contigo al confín.
Al paraíso clavado en la montaña o al terremoto violeta de los cuentos.
Me perdería contigo, sí.
En el lugar de donde nadie viene o en la canción con la que nadie baila.
Me embrujaría a tu pecho, ruin.
Si avisarte si quiera de mis ganas, sin afilar las miradas ni los besos.
Me iría contigo al confín.
Y en el viaje te cantaría cien cuentos y con colores cocinaría en tu cama.
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