La niña que hablaba en francés, cantaba en inglés y lloraba en silencio.
La de las pequeñas manos para hacer cosas enormes.
La de los ojos tristes y la sonrisa eterna.
La que no veo justo al abrir los ojos.
La mujer que habla descalza, sin mirar atrás, sin hacer preguntas.
La del mundo gigante en su mochila.
La de los pies generosos con la tierra.
La que baila y me abraza sin saberlo.
La niña que se olvida, de repente, del futuro.
La que me quiere, de repente, desde lejos.
Deja una respuesta