Tengo ganas de verte desplegada, reinventando los lenguajes y las ganas.
Tengo ganas de agarrarte despeinada sobre el trozo de sentido que nos falta.
Y arrastrarte a mi caverna, como al cisne.
Y arrogarte al laberinto, sin la lana.
Tengo ganas de asombrarte y revelarme, tengo ganas de mancharte de arrogancia,
mientras pierdes la decencia entre mis dedos.
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