Van cortinas

El corazón le golpeaba las costillas como si fuera la primera vez. Las voces de aliento de sus compañeros no le tranquilizaban, todo lo contrario. La luz se hizo noche y las cortinas rojas comenzaron a moverse. Entonces, la ovación de bienvenida se mezcló con su suspiro de desahogo, la guitarra marcó sus primeros compases y el corazón volvió a latir al ritmo adecuado.

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Soy el Iván

Hola, mi gente! Soy Iván, si habéis llegado aquí, eso ya lo sabréis. En fin.

Soy un pureta por derecho y como hago tantas cosas y son tan distintas, he decidido (crisis de los 40 tardía) hacerme una web. Aquí meto mis curros y otras cosas. Échale un ojito.