¿Y si te dejara un verso
debajo de la almohada
y guardara tu mirada
en el cajón del regreso?
Sería yo el mejor converso
que cambió de religión,
haciendo de tu pasión
la mejor de las pasiones
ganando tus ilusiones,
ganando tu corazón.
¿Y si el sol nos visitara
con caricias, plata y llanto?
¿Y si el mar no bautizara
de sal, angustia y dolores
los más de cien corazones
que se mueren con la luna,
pensando que no hay ninguna
más allá de tus sudores?
Deja una respuesta